El viernes pasado, el Tribunal Constitucional de Turquía ilegalizó el DTP, un partido de base kurda que era la cuarta fuerza política del país. Aprovecho para reciclar varios artículos míos publicados al respecto.
“NO SOMOS EL BRAZO POLÍTICO DEL PKK”
Daniel Iriarte – Diyarbakir
Diario ABC, 4-10-2009
«No somos el ala política del PKK», insisten una y otra vez los líderes del Partido de la Sociedad Democrática (DTP), de base kurda, la cuarta fuerza política de Turquía con un total de 22 diputados en el Parlamento. A pesar de ello, sus ambiguas relaciones con la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (el PKK, considerado un grupo terrorista por la UE y EE.UU.) le aseguran el hostigamiento constante del poder judicial. La semana que termina debería haber tenido lugar en Ankara una sesión del juicio contra los líderes del DTP Ahmet Türk y Emine Ayna, y el diputado Selahattin Demirtas, por «apología del terrorismo». Sin embargo, los dos dirigentes decidieron no presentarse.
«Hay muchos diputados que tenían juicios abiertos por corrupción cuando entraron en el Parlamento, y todos se paralizaron automáticamente. En nuestro caso, es un juicio a la libertad de pensamiento y no se ha detenido, y por eso creemos que esta situación es injusta y no acudiremos al tribunal», asegura a ABC Emine Ayna, quien preside el partido junto al más moderado Ahmet Türk. «El DTP tiene una estructura bicéfala, siempre hay dos jefes a cada nivel», explica Mustafá Avci, copresidente del partido en Estambul. El propósito es que, en caso de que uno de los líderes sea arrestado, siga habiendo otro al mando. El partido tiene abierta una causa de ilegalización que en la actualidad está paralizada.
El ejemplo de Gandhi
Oficialmente, el DTP propugna una solución pacífica al conflicto kurdo, si bien nunca ha condenado la lucha armada del PKK. «La gente dice que los kurdos deberían seguir el ejemplo de Gandhi, que puso a su gente sobre los raíles del tren, y los británicos no les hicieron daño. La diferencia es que aquí, cuando los manifestantes se tumbaron sobre un puente en Nusaybin, los tanques del ejército turco pasaron sobre ellos», declaró recientemente Ahmet Türk.
Osman Baydemir, el popular alcalde de Diyarbakir -ganó las últimas elecciones con un 65% de los votos, el doble que su rival más cercano-, se muestra menos radical: «Sin duda los kurdos apoyan una política pacifista, pero también se sienten inseguros frente al gobierno y al estado, y esto se debe a la historia de los últimos setenta años. En ese tiempo no se ha cumplido ninguna promesa hecha a los kurdos ni han tenido lugar avances positivos. Y por ello ahora hay un problema de confianza».
El DTP gobierna en 54 alcaldías en el sureste del país. «En diez años de gobierno local en la región, hemos conseguido dar a la población cuatro o cinco veces más cantidad de servicios que en los ochenta años anteriores de la República de Turquía», afirma Baydemir. Sin embargo, son muchos los que ven a los miembros de este partido como radicales: es el único partido de peso que no se refiere al PKK como «terroristas». «Antes del levantamiento del PKK nadie conocía nuestro problema. Hemos mejorado, y ahora, cuando se nos reconozcan nuestros derechos culturales, esperamos que el PKK deje las armas y se reintegre en la vida política normal», comenta Ferit Çelik, alcalde de Karliova, también del DTP. «Por mucho que lo rechacen, el PKK es el representante de los kurdos y debe ser el interlocutor en este proceso de paz», dice a ABC.
Cárcel por hablar kurdo
Por ello, las alcaldías de este partido sufren con frecuencia el boicot de la administración central. «No nos reconocen», se queja Çelik. «La situación ha mejorado, pero el problema kurdo anda lejos de estar resuelto», comenta Baydemir: «Yo soy alcalde, y sin embargo tengo varios juicios abiertos. Se pide para mí un total de 283 años de cárcel. La mayoría son por hablar en kurdo», asegura.
La imagen que me he llevado y es que el Tribunal Constitucional ha tomado esta decisión independientemente de la posición del gobierno de Turquía, aparentemente más dispuesto al diálogo.
ResponderEliminarNo niego parte de responsabilidad por no haber cambiado las leyes de tal forma que el proceso de ilegalización pasase de estar "paralizado" a "resuelto" pero me da la impresión que no esperaban esta sentencia del Constitucional.
En todo caso ya tienen un partido preparado para continuar su función, sin los miembros del partido directamente acusados de relación con el PKK. A ver qué pasa...