miércoles, 18 de noviembre de 2009

"La versión rusa sobre el Arctic Sea no se sostiene"


"LA VERSIÓN DE LAS AUTORIDADES RUSAS SOBRE EL 'ARCTIC SEA' NO SE SOSTIENE"

Mikhail Voytenko, el periodista que desveló la trama oculta del Arctic Sea, se ha visto obligado a huir de Rusia tras recibir amenazas de muerte. Tras un breve paso por Estambul, ahora se encuentra oculto en Bangkok, donde conseguimos localizarle.

RAFAEL MAÑUECO/DANIEL IRIARTE

- ¿Desde que llegó a Tailandia, ha hecho alguna nueva averiguación sobre el “Arctic Sea”, algo nuevo que no se haya dado todavía a conocer?

No, el misterio continúa. Parece que las autoridades rusas están poniendo un empeño enorme en que no se sepa nada del asunto.

- ¿Por qué cree que el caso del Arctic Sea ha suscitado tanto interés?

Creo que el gobierno ruso ha cometido algunos muy graves, y por eso la opinión pública internacional se ha tomado tanto interés en este caso.

- El barco fue encontrado por la Marina rusa el 16 de agosto junto a Cabo Verde. Ahora se encuentra a 15 millas de la isla de Gran Canaria. ¿Qué ha hecho casi un mes el Arctic Sea en el Atlántico?

No lo sé, pero eso es un nuevo factor que indica lo turbio que es todo esto. Nadie ha dado información ni explicaciones sobre lo que está sucediendo con el navío y los cuatro tripulantes que, en teoría, continúan a bordo. Puede que ellos no estén ni siquiera en el barco. El hecho de que esté siendo remolcado hace pensar que así sea. Lo que es evidente es que la versión oficial de las autoridades rusas de que el “Arctic Sea” fue secuestrado por piratas no se sostiene, no es seria.

- ¿Cuál podría ser la carga real del barco? Piense que el suministro de misiles S-300 es algo que Rusia tenía previsto, ya que Moscú considera que no vulnera ninguna ley internacional por tratarse de armas antiaéreas defensivas. Se estima además que, por su tamaño, es imposible esconder ese tipo de cohetes en un mercante como el Arctic Sea.

Nadie sabe qué carga lleva o llevaba el Arctic Sea. Desde luego, la Armada rusa no hubiera organizado un operativo así por un alijo de drogas o por una partida de fusiles.

- ¿Podría tratarse de armas nucleares o sus componentes?

Tal vez, no lo sé.

- ¿Podrían estar implicadas las autoridades rusas?

Creo que se trata de una transacción más bien de carácter privado o semiprivado, que, al final, ha salpicado a la dirección política del país.

- ¿Crimen organizado vinculado a alguna estructura militar?

Probablemente.

- ¿Era usted consciente de los riesgos cuando explicó lo que pensaba sobre el verdadero cargamento del barco?

Cuando me vi envuelto en esta historia entendí que era un caso importante, pero, la verdad, no esperaba que los acontecimientos se desarrollasen de esta manera. En Moscú no temía tanto la presión y las amenazas como el verme vuelto en una historia criminal. Porque en ese caso me matarían seguro.

- ¿Por qué huyó?

Recibí una llamada de teléfono que me dijo que “estaba poniendo palos en las ruedas de gente importante” y que “estaban enfadados conmigo”. Me dijo que abandonase Rusia lo antes posible. La llamada en sí no me asustó, sólo por eso no me hubiera escapado. Pero la atmósfera general era muy tensa y comprendí que corría verdadero peligro. Hay personas muy importantes implicadas, y los me llamaron conocían quién era yo y cuáles eran mis movimientos. Así que me fui a Estambul.

- ¿Recibe ayuda de alguien?

Desde Estambul llamé a mi compañía, a Sovfracht, y allí me dijeron: “Estás sólo en esto”. No podía quedarme en Estambul porque era muy caro. Conocía Bangkok de una visita que hice hace tres años, así que me vine aquí, que es mucho más barato. Tengo ayuda y apoyo de mis amigos.

- ¿Teme por su vida?

Ahora mismo, aquí, no.

- ¿Qué piensa hacer ahora?

Me gustaría volver a Rusia, si encuentro la forma de recuperar mi trabajo, mi vida. Pero no sé cómo evolucionará esta historia. Me temo que me quedaré en Bangkok durante un tiempo. Ahora no puedo volver, es imposible.

- ¿Hay algo sobre este caso que no se haya publicado aún y que debería saberse?

Las preguntas más importantes no se han hecho todavía. Ningún periodista se está atreviendo a llegar hasta el final del asunto. ¿Quién fletó el barco? Alguien tuvo que hacerlo. ¿Cómo pudo llegar hasta tan abajo sin que nadie lo encontrase? Los aspectos más importantes no son públicos aún. Personalmente, me asusta llegar a saber.

GASPAR CANELA contribuyó a esta entrevista.

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